Sanar nuestras sanghas
Hablar en medio del silencio que rodea las denuncias de abuso por parte del Karmapa 17, Ogyen Trinley Dorje.
Damos una cálida bienvenida a toda persona que se ha sentido afectada por las denuncias de conducta dañina del Karmapa y el silencio alrededor de ello.
Aquí, cada una/o de nosotras tenemos la oportunidad de encontrar nuestras voces, de hablar de forma anónima, y de manera conjunta comenzar a sanar el trauma personal que muchos hemos afrontado en silencio. Podemos conectar con las experiencias de otros en el mapa de los efectos y atestiguar el sufrimiento de los demás. Podemos abrir nuestros corazones a la verdad del dolor colectivo que las denuncias y el silencio han ocasionado y juntas/os comenzar a crear un camino para acabar ese sufrimiento.
Empezamos por reconocer donde estamos. Se han dado a conocer, a través de diversos medios, las denuncias de tres mujeres sobre conducta sexual inapropiada por parte del Karmapa 17, Ogyen Trinley Dorje. Una mujer inició una acción legal buscando la manutención de su hija, una niña que nació supuestamente de un encuentro sexual no consensuado que ella tuvo con el Karmapa. Un informe reporta que la Corte canadiense ordenó al Karmapa someterse a una prueba de paternidad para determinar si él es el padre biológico de la niña. Y, de acuerdo con un reporte que cita fuentes confiables, los resultados confirmaron que la niña sí es suya.
El silencio nos ha dejado en la oscuridad para procesar la situación por nuestra cuenta. El trauma es colectivo y este espacio se ofrece para que no nos quedemos a solas en el proceso de recuperación.
Hasta este momento el Karmapa no ha negado públicamente estas denuncias. Este y otros reportes de conducta sexual inapropiada y acoso también han sido recibidos con un silencio ensordecedor por parte de casi todos los líderes budistas. Con este sitio no estamos expresando una posición respecto a la veracidad o la falsedad de estas denuncias. Sin embargo, señalamos que no ha habido ninguna investigación independiente ni una respuesta pública por parte del Karmapa, y que este silencio, así como las denuncias, han creado un ambiente que conduce a la incertidumbre, la duda y la confusión.
Casi todas nuestras comunidades de Dharma han mantenido una postura firme en contra de la discusión de estas situaciones preocupantes. La posibilidad de que el líder de un linaje en quien nos hemos refugiado haya abusado de su posición de poder y de su influencia sobre sus estudiantes, y que no haya discusión ni intento de llegar a la verdad, tiene profundas implicaciones para toda la comunidad de Dharma en todo el mundo.
Algunas/os de nosotras/os hemos luchado por mantener nuestra práctica, muchos/as hemos tenido que redefinir, reorientar o reinventar nuestro compromiso con el Dharma y encontrar que nuestras comunidades ya no se sienten como espacios saludables y confiables. Este sitio web ofrece condiciones de anonimato y se ofrece como el espacio seguro que nuestros centros locales pueden quizá no haber brindado y que necesitamos ahora con más urgencia que nunca.
Somos un grupo de practicantes de diversos centros y comunidades Karma Kagyu en asociación con académicas de estudios budistas.
El grupo de practicantes que inició este proyecto incluye personas que han completado el retiro tradicional de tres años y tres meses y está compuesto por practicantes tanto laicas/os como monásticas/os. Venimos de diferentes centros y comunidades Karma Kagyu y todas/os estamos conectadas/os con varios maestros Karma Kagyu. Este proyecto está asociado con Ann Gleig (Universidad de Florida Central) y Amy Langenberg (Eckerd College), académicas que incluyen a las comunidades budistas como parte de Religion and Sexual Abuse Project (Proyecto de Religión y Abuso Sexual).
Los/as practicantes de nuestro grupo han decidido permanecer en el anonimato. Este sitio y el mapa tienen como objetivo ofrecer condiciones en las que todas las personas puedan sentirse cómodas hablando sin temor a represalias o confrontaciones estériles y dolorosas. Algunos y algunas de nosotras ya hemos experimentado consecuencias adversas como resultado de plantear el tema de las denuncias en escenarios mucho más pequeños. En este punto, queremos conservar nuestra energía emocional para nuestro propio proceso en esta situación, que aún está en curso, y para conversaciones en las que podamos hacer contribuciones positivas en lugar de simplemente defendernos. Para que quede constancia, nadie de nosotros/as tiene ningún vínculo con el gobierno chino.
Hemos sentido la motivación de crear este sitio porque nos preocupa profundamente cómo se transmite el Dharma y sus configuraciones para el futuro, así como nuestra preocupación por el sufrimiento que observamos como resultado de las denuncias y el silencio.
Te invitamos a explorar el mapa y esperamos que juntas/os podamos crear:
Un espacio seguro para comenzar a sanar el dolor y el trauma ocasionado por las denuncias al encontrar nuevamente nuestras voces mientras procesamos lo que esto ha significado para nosotras/os.
Una forma de preservar la sangha al superar el efecto aislante del silencio en torno al asunto y al dejarnos ver dónde estamos juntas y juntos.
Una forma de abordar el daño que se causa a las comunidades cuando surgen dudas (y nunca se abordan) sobre aquellas personas en quienes hemos confiado y que ocupan puestos de gran autoridad en el linaje.
Una forma de proteger a las personas vulnerables. Nos estamos asegurando de que las denuncias de tales abusos se tomen en serio y se investiguen para que nadie pueda simplemente abusar de su poder sobre las y los demás de manera impune en las comunidades budistas. (Esto se refiere a todas las posibles víctimas de abuso, no solo a aquellas que denuncian abuso en estos casos).